No hace mucho, si Candy Luo experimentaba un desafío en su trabajo, con un compañero de trabajo difícil, por ejemplo, o una diferencia de opinión con un supervisor, era bastante probable que lo eludiera. No hay mucho que pueda hacer, hubiera pensado ella, porque soy una mujer. Y se supone que las mujeres son suaves.
Ahora raramente evita enfrentar un desafío.
Una empleada de entrada de pedidos en el departamento de servicio al cliente de nuestra fábrica de Retail Branding and Information Solutions en el distrito de Nansha de Guangzhou, Candy, 28, se graduó de un programa “A New SHE”, un programa de desarrollo profesional que lanzamos en asociación con la ONG BSR en 2015. Ofrecido en tres de nuestras instalaciones en China, el programa brinda más de 100 horas de educación en temas tanto personales como profesionales. Las mujeres aprenden sobre ejercicio, nutrición y manejo financiero personal. También desarrollan habilidades profesionales, como hablar en público, resolver problemas y convertirse en un líder de línea.
Según la Gerente de Recursos Humanos Lily He, “A New SHE” creció a partir de una necesidad entre las miles de mujeres que se mudaron de las áreas rurales a trabajar en el floreciente sector de fabricación de China, y entre las compañías globales, como Avery Dennison, que las emplean.
“Reclutar y retener a los trabajadores del taller se ha convertido en un gran desafío”, dice ella. “Casi la mitad de nuestros trabajadores de fábricas son mujeres y el 97 por ciento de ellas tienen educación secundaria o menor. Tienen una gran demanda en las fábricas y ya no están satisfechas con simplemente conseguir un trabajo. Quieren una carrera en la que puedan aprender, avanzar y liderar”..